El futuro es tecnológico y la realidad es que los puestos de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son los que menos competencia tienen actualmente por vacante ofertada: programadores, profesionales del Cloud Computing, analistas y diseñadores de software, Big Data, multimedia..... Somos pocos.
Si se mira con la adecuada perspectiva, es una oportunidad para comenzar ya e incluir unos estudios científico-tecnológicos en la mochila. La tecnología no son aparatos, no es código. La tecnología es la suma de innovación, creatividad, curiosidad y búsqueda de soluciones diversas a un mismo problema.
Dentro de este contexto de avance hacia un futuro técnico, con centros educativos volcados en proporcionar a las empresas profesionales cualificados, el Instituto Ciudad Jardín de Vitoria nos invitó el pasado 28 de noviembre a dar una charla en su centro sobre los sistemas de gestión empresarial.
El objetivo era dotar a los alumnos del Ciclo de Grado Superior “Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma” de la perspectiva empresarial en la que se englobarían sus conocimientos técnicos.
El contenido de la charla
Resulta muy emocionante encontrarse cara a cara con nuevas generaciones de programadores. Contagian el entusiasmo y las ganas de comerse el mundo.
Puesto que el módulo "Sistemas de gestión empresarial" forma parte del ciclo formativo, intentamos explicar, en la medida de lo posible, la importancia de estos programas desde el lado de la necesidad y en consecuencia de sus oportunidades laborales.
Para los nuevos programadores, abordar la programación o configuración de un ERP puede resultar más aburrido o al menos no tan emocionante como desarrollar otra aplicación. Por eso nos centramos en recalcar que este tipo de sistemas siempre estarán ahí. A lo mejor se llaman de otra manera, pero la empresa siempre buscará conocimiento a través de sistemas de gestión empresarial.
Las empresas necesitan saber. Lo necesitaban antes, lo necesitan ahora y lo necesitarán en el futuro. Y además, los directivos no sólo pretenden recopilar y guardar información sobre los costes del proceso productivo o tener una base de datos de clientes. Necesitan relacionar toda esa información, analizarla y tomar decisiones. Y en este sentido, los ERP han evolucionado hasta convertirse en una herramienta de inteligencia empresarial.
Los ERP parecen cosa de ahora pero llevan un largo período de evolución. Durante la 3º Revolución Industrial, originada gracias a la aparición de internet o el mayor acceso a equipos informáticos, en los años 90 las empresas empezaron a adquirir más software para controlar sus procesos. Aparecieron ya los ERP como tal, en forma de paquete y centralizando muchas operaciones comunes.
La situación en aquel entonces se puede resumir en que quedaron relegados a empresas de gran tamaño debido a su elevado coste de implantación y licencias de uso. Si echamos un vistazo a estadísticas pasadas, se puede ratificar que muy pocas empresas contaban con este tipo de software en aquella época.
Pero gracias al movimiento de Software Libre, nacido también en los 90 (y técnicamente manifestado a través del Open Source) y a un boom tecnológico sin precedentes, este panorama ya está cambiando. El código abierto ha permitido a muchas pequeñas y medianas empresas acceder a una tecnología que hasta el momento era privativa de las grandes.
Dolibarr, Compiere, Openbravo y sobre todo Odoo están consiguiendo una importante penetración en los pequeños y medianos negocios y han obligado al software propietario a reorientar su producto para este gran nicho de mercado.
La transformación digital resulta imprescindible en la época que vivimos y el ERP se convierte en uno de los pilares de la obligada digitalización, sobre todo para las Pymes.
Durante nuestra intervención también echamos un vistazo a la parte técnica de Odoo, ya que su proyecto se basa en este ERP. Pero intentamos añadir un plus a las explicaciones incidiendo en el tipo de empresas en las que podrían trabajar gracias a su formación, en los diferentes perfiles técnicos que podrían asumir, en la forma de cumplir las expectativas de sus clientes, en la cruda realidad de las implantaciones y sobre todo en la tendencia incremental del Open Source, tanto a nivel de sistemas como de software.
Desde el punto de vista de un programador, la posibilidad de acceder a código fuente de los programas le abre infinitas posibilidades para usarlo, escribirlo, modificarlo y redistribuirlo.
Llegamos a la charla, porqué no decirlo, con nervios. Ponerse delante de casi 60 alumnos para aportar nuestra experiencia, para resolver dudas y sobre todo para conseguir participación, nos daba mucho respeto. Nuestra vocación es compartir lo que sabemos pero conseguir la orientación adecuada siempre es un reto.
Ese sentimiento no obstante se evaporó enseguida. El grupo nos lo puso muy fácil. Aunque inicialmente se mostraron tímidos, según avanzábamos en nuestra “chapa mañanera”, la cosa se soltó y pasamos un rato formidable (por lo menos por nuestra parte, esperamos que los demás también).
En este sentido queremos agradecer a Itziar García de Vicuña y a todo el Departamento de Informática del CIFP Ciudad Jardín su invitación al centro, su cálida acogida y su confianza en nuestra empresa como ponentes.
Deseamos que nuestra pequeña aportación haya servido a los chavales para recoger el otro punto de vista de la programación y..... también esperamos repetir. Ha sido un placer.
El futuro es tecnológico y ¿femenino?
En esta jornada tan gratificante sólo hubo una cosa que nos dejó un poco fuera de combate. Y fue constatar la gran ausencia de chicas que están cursando el ciclo. Lamentablemente las carreras tecnológicas siguen siendo eminentemente masculinas y no terminamos de entender ¿por qué?.
De los casi 60 alumnos que acudieron a la cita, sólo el 11% eran chicas. Resulta preocupante dado que el ámbito tecnológico agrupará muchos empleos del futuro y resulta fundamental buscar urgentes soluciones que eliminen esta brecha.
No obstante, todo ello conlleva un trasfondo quizás más importante que el meramente laboral: acercar a mujeres y niñas al ámbito de la ciencia y la tecnología se convierte también en un gran impulsor de su potencial humano.
Entre todos debemos fomentar un entorno que aumente esta vocación, sensibilizando y orientando sobre la importancia de las carreras tecnológicas en un futuro inminente.